Arte y posmodernidad en la U.T
¡En el arte posmoderno lo importante es no decir nada! Esta fue una de las improntas que se trajeron a colación en el conversatorio Arte y Posmodernidad, orientado por el maestro Darío Ortíz, en el Auditorio de Música de la Universidad del Tolima.
En la mañana del 14 de marzo estudiantes y profesores de la Facultad de Ciencias Humanas y Artes se encontraron para conversar entorno al cambio sustancial que se ha venido presentando en el arte; pues según Ortíz, una parte considerable de las obras en actualidad, al enfocarse solo en la forma, tienden a ser desposeídas de contenido social y político.
Al iniciar el conversatorio, Darío Ortíz planteó la idea de realizar un pequeño performance, el cual consistió en que integrantes del público pasaran al frente y usaran prendas de vestir con las que, según expresaron, no se sintieron a gusto. Dicho ejercicio pretendía evidenciar una práctica pedagógica recurrente en la actualidad, que consiste en imponer a los estudiantes el aprendizaje de asignaturas que no se ajustan a sus intereses específicos.
Seguidamente, Ortíz realizó una amena y corta narración del cambio que se presentó en las dinámicas de promoción, producción y difusión artística entre los periodos que comprendieron la transición del arte moderno, gestado en el renacimiento, al posmoderno que tuvo fuerte posicionamiento en las décadas siguientes a la segunda guerra mundial.
En el primero se evidenciaba la búsqueda de un equilibrio entre la representación estética y sus contenidos sociales y políticos; por su parte el segundo se enfoca en la forma y en la búsqueda de un estilo propio.
La reflexión que surgió de dicho recuento se centró en la manera como el arte, además de perder su aura en la era de la masificación cultural, fue despolitizado, restándole así fuerza de oposición social.
Por otro lado, se evidenció cómo las dinámicas del mercado posicionan cierto tipo de obras posmodernas, mientras condenan a la miseria a sus antecesoras.
Para finalizar el Maestro Darío Ortíz enfatizó en que la idea del encuentro no era lanzar un juicio que acepte o no una corriente, sino que exponer un panorama, para que los estudiantes, en su permanente búsqueda de la felicidad, asuman la producción de sus obras siendo conscientes de todas las relaciones e intereses que se tejen en torno a la difusión artística.