Hay que golpear el bolsillo y confiscarles el patrimonio a las empresas corruptas
El Director Académico del vicerrectorado de internacionalización y formación permanente, Jordi Gimeno Bevià, procedente de la Universidad de Castilla La Mancha, profesor de derecho, especializado en derecho procesal penal, en corrupción de la empresa, en corrupción en partidos políticos. Estuvo en Ibagué compartiendo con estudiantes, especialmente de derecho de las universidades de la ciudad sus reflexiones y posiciones respecto a un tema que toca el bolsillo de todos los ciudadanos, la corrupción.
En entrevista para este medio explicó lo que considera se debe hacer para combatir este cáncer social de la corrupción, que en el Tolima nos ha tocado padecer frecuentemente.
Empresas, estado y corrupción
El jurista alemán Claus Roxin consideraba que el siglo XXI iba a ser el siglo de la empresa y el derecho penal, no es que vaya a haber una tendencia total hacia la responsabilidad penal de la empresa, pero sí, que debemos tener claro en que los delitos económicos y los delitos relacionados con la corrupción, siempre suele haber una empresa interpuesta, en los delitos de lavado de activos siempre suele existir una empresa que facilita un poco la consecución de un delito, entonces es cierto que para la lucha anticorrupción siempre hay una tendencia para que los países fomenten la adopción de programas de cumplimiento penal; las empresas, sistemas de prevención interna, para evitar que se comentan delitos dentro de su organización, que se autorregulen y cuenten con protocolos, con cortafuegos para disminuir sus riesgos de cometer delitos penales.
Las licitaciones chaleco del sector público
Con el tema de la obra pública, yo sé que por ejemplo aquí en Ibagué con el tema de los Juegos Nacionales se presentaron problemas de corrupción; efectivamente la corrupción tiene un punto público y también tiene un punto privado, así que de un lado la empresa tiene que autorregularse para controlar sus riesgos, el estado también debe controlar los riesgos para evitar que se produzcan estos hechos, las entidades públicas tienen que adoptar mecanismos de autorregulación en el cumplimiento de su función, alcaldías, gobernaciones y toda entidad pública debe contar con protocolos, y los funcionarios que trabajan en las entidades deben saber que actuaciones pueden tener y cuáles no, ya que algunas de ellas pueden ser negativas, como la aceptación de un soborno, eso es un delito. También se debe formar no solo la empresa sino el ámbito público en la lucha contra la corrupción.
Los valores del ser humano
En una empresa la prevención penal viene desde arriba hacia abajo, es decir, los propios directivos tienen que impregnar a la empresa de una cultura ética corporativa y enseñar a sus trabajadores a non cometer conductas ilícitas. También la propia ciudadanía debe ser consciente de que los casos de corrupción tanto privada como pública acaban afectando al conjunto de la ciudadanía. Por ejemplo cuestiones de obra pública que no se llegan a materializar, estado de carreteras que están abandonadas (escenarios deportivos), eso es porque ha habido una mala gestión de los fondos públicos que han ido a parar a los bolsillos de personas que no deberían.
Justicia, impunidad y corrupción
Es importante actuar a través de la prevención penal y los programas de cumplimiento, es decir que la empresa se autorregule, pero también es imprescindible golpear el bolsillo de las empresas que han sido corruptas y confiscarles el patrimonio, confiscar aquellas ganancias ilícitas para que sean reintegradas a la sociedad, así sucedió en Italia con el comiso, con los bienes de la mafia que han sido decomisados y luego puestos al servicio de los ciudadanos, el producto del delito debe ser reintegrado a la sociedad.