No llegar tarde a la cita con la historia de la Universidad, pidió el Rector al instalar la asamble
En el marco del evento de instalación de la Asamblea Universitaria, Omar Mejía Patiño, rector del alma máter de muchos tolimenses, recordó la importancia que este espacio de deliberación tiene para el futuro de la Institución.
Informó a los asistentes que la Administración realiza un análisis del estado actual de la UT, para que sirva de insumo en la propuesta que del seno de la Asamblea salga, y reiteró el apoyo institucional a dicho escenario.
Así mismo, recordó que cada uno de los asambleístas tiene un objetivo vital: “elaborar una propuesta que dicte las reglas que en el futuro regirán las relaciones internas de organización y funcionamiento de nuestra Institución”. Ello, por su puesto, sin perder de vista que debe hacerse en el contexto de la educación nacional y el histórico momento de reconciliación que vive el país.
Recordó que no basta con el mero debate, si no que de este se debe trascender a las decisiones que aporten al mejoramiento, la reconstrucción y sostenibilidad de la Universidad. E hizo un llamado para que ese debate sea con respeto y alejado de los intereses personales.
Señaló que quedará para la historia de la vida universitaria la Asamblea que está conformada por sectores diversos y disímiles que, sin embargo, pretenden construir iniciativas que coadyuven a la solución de la crisis y el conflicto institucional.
Fue allí donde leyó un extracto del libro Patas Arriba, escrito por Eduardo Galeano: “Dicen que los latinoamericanos hemos faltado a nuestra cita con la historia y hay que reconocer que nosotros llegamos tarde a todas las citas”. En el extracto literario leído señaló que como lo dice Galeano a veces nos perdemos en el camino, nos equivocamos de dirección y luego echamos un largo discursos sobre el tema.
Igualmente, leyó el párrafo sobre la fama de charlatanes y todo lo demás que nos persigue a los latinoamericanos, quienes 500 años después nos seguimos odiando entre nosotros, trabajamos por nuestra perdición, andamos soñando despiertos y nos chocamos con todo, como lo puntualizó Galeano en el libro citado.
Fue allí donde lanzó la invitación pública y abierta a no llegar tarde a la cita con la historia de la Universidad, a no perder el camino ni equivocar la dirección, a evitar largos discursos que no conduzcan al propósito esperado, cual es seguir teniendo un lugar donde trabajar y vivir, que se puede construir conjuntamente. Entonces declaró oficialmente instalada la Asamblea Universitaria.